OGAS: el ambicioso proyecto soviético de red informática descentralizada
Tras la muerte de Stalin, la Unión Soviética vivió un breve periodo de apertura a nuevas ideas tecnocráticas, entre ellas la cibernética, disciplina que estudia los sistemas de control y comunicación. El matemático soviético Víktor Glushkov fue uno de los grandes impulsores de esta corriente y propuso OGAS, un sistema nacional automatizado que buscaba interconectar toda la economía soviética mediante una red descentralizada. Su propósito era planificar y optimizar la economía socialista usando algoritmos abiertos, eliminando el dinero físico y promoviendo una especie de inteligencia artificial colectiva. OGAS anticipó conceptos como la computación en la nube, las criptomonedas y las monedas digitales estatales. A pesar de sus ambiciosos objetivos, el proyecto fue finalmente rechazado por las autoridades soviéticas en 1970 debido a la resistencia burocrática, las limitaciones tecnológicas y la desconfianza en la descentralización. Aunque OGAS nunca llegó a materializarse, su legado conceptual se considera precursor de Internet y del software libre colaborativo. Este intento pionero demuestra cómo la tecnología y la política pueden colisionar cuando los intereses de control centralizado se ven amenazados por propuestas de organización distribuida.